Mundo ficciónIniciar sesiónPara poder salir a Angelica le tocó buscar una maleta lo suficientemente grande para poder meter todas esas armas y llevarlas sobre su hombro. Sin duda, es una carga un poco pesada, pero los implicados o causantes de todo esto les importa poco.
— Si que son exagerados.— No puedo quejarme cuando fácilmente puedo ser yo. — dice Angelica restándole importancia.— ¿Si le dijiste que no vamos a una guerra?— Lo mejor es no quejarnos de esto o podrían arrepentirse de dejarnos salir. — me advierte Angelica y de inmediato me quedo en silencio.Soy consciente de que por mucho que caminemos esta vez, no podré intentar escapar porque no tengo la más remota idea de dónde me encuentro. Así que, simplemente me concentro en poder disfrutar mi primera salida desde que desperté con todos estos alfas locos.‘Al menos estás saliendo, eso ya es un avance.






