Ni siquiera la felicidad por tener una tarjeta o porque se preocupó de que me enfermara o siguiera exponiendo mi cuerpo, hace que olvide la locura que acabo de hacer. Por eso, camino de un lado al otro debatiéndome si debo o no salir a cocinarle, después de lo que sucedió.
Sin embargo, un aroma me atrae en mi momento de mayor debilidad y por eso, aunque me aferro a la cama, soy impulsada a salir de la habitación a posiblemente hacer algo más vergonzoso.‘Es que parece que no tuve suficiente.’ Me digo mentalmente.— ¿Será que él se acordará de eso? — pregunto mientras camino siendo dirigida por el olor que ha comenzado a afectar mi cuerpo.No tengo idea de lo que me pasa y aunque intento alejarme tanto como sea posible, algo parece atraerme al punto que camino en contra de mi voluntad, una que falla desde que estoy en esta manada.Aunque no sé a donde me dirij