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La desesperación de Sebastián
El eco de su propia voz resonó con rudeza entre las paredes de aquel pasillo en donde su mujer acababa de desaparecer, un rugido fuerte brotó desde lo más profundo de sus entrañas al notar que el malnacido de aquel sucio demonio había secuestrado al amor de su vida.
—¡Quiero muerto a Zyghor…! Necesito que los betas me traigan la cabeza del Rey demonio ahora… ¡Las brujas! ¿En donde carajos están las brujas?
Nena, caminó junto a su madre ante la presencia del supremo alfa, ambas mujeres bajaron la cabeza al notar el aura oscura y siniestra de Sebastián. Comprendían que un movimiento en falso las pondrían en aprietos.
—¿Como pasó esto?
Atacó él, devorando con la mirada a la madre de la brujería vudú.
—Utilizaron magia antigua, señor…
Nena, y Marie brincaron al sentir como el alfa tiró con salvajismo y rudeza un florero detrás de ellas. Los fragmentos del vidrió cayó directamente sobre los pies de las hechiceras.
—Denme soluciones… Necesito a mi mujer ahor