Capítulo 22. Entre la niebla .
Capítulo 22. Entre la niebla.
Pov Luz:
Despertarme no fue como pensaba. No hubo un instante de claridad, ni una luz repentina que me trajera de vuelta al mundo. Fue más bien como ir saliendo de un lago helado, con el cuerpo entumecido y los pulmones incapaces de recordar cómo respirar.
Lo primero que sentí fue el calor. Mi piel ardía, como si todavía me consumiera el fuego de la fiebre. Luego vino el dolor de garganta, seco, áspero, como si hubiera pasado días sin beber agua. Y entonces, poco a poco, una sensación extraña: la presión suave de unos dedos entrelazados con los míos.
Abrí los ojos con esfuerzo. Todo estaba borroso, como si una niebla espesa cubriera la habitación. Reconocí el techo del cuarto, las cortinas pesadas que dejaban entrar apenas un hilo de luz. Y, junto a mi cama, la figura que menos esperaba ver en ese estado: Hugo.
Su rostro parecía más cansado de lo normal. Tenía ojeras profundas, la barba descuidada, y el cabello despeinado como si no hubiera dormido e