Capítulo 112.
Capítulo 112.
Narrador omnisciente:
Alexander partió al amanecer siguiente al nacimiento de su hija. Dejó instrucciones claras a dos guardianes para que no se separaran de Grettel ni de la niña. A pesar de sus ganas de quedarse junto a ellas, sabía que su misión no podía esperar. El futuro de Hugo dependía de que encontrara a la bruja adecuada, y ahora también estaba en juego el bienestar de su propia hija.
Durante varios días recorrió las aldeas del norte y del centro del país. Visitó mercados, consultó a sanadoras, interrogó a ancianas conocidas por tener dotes mágicos. Pero no encontró nada. Todos los caminos eran callejones sin salida. Algunas le ofrecían pociones inútiles, otras decían no estar a la altura. Otras más simplemente cerraban la puerta al escuchar la naturaleza del encargo. Nadie quería involucrarse en un sello de ese tipo.
En la tercera aldea, un brujo le habló de una mujer a la que muchos creían muerta, una hechicera antigua, que vivía en los límites del oeste,