Capítulo 58.

Miré el reloj del dormitorio y vi que ya eran casi las cinco, por lo que cogí a Hugo entre mis brazos y me dirigí hasta el jardín. Había quedado con Grettel y por nada del mundo quería llegar tarde.

Necesitaba distraerme un rato con mi mejor amiga y eso es lo que pretendía hasta que me encontré con Natalia parada en las escaleras.

Sonreí e intenté pasar, pero ella parecía empeñada en cerrarme el paso. Por un momento llegué a pensar que hasta me podía estar esperando.

—Every —dijo con un tono cortante—, tengo que hablar contigo de algo importante.

—¿Ahora? Iba a salir un momento con el bebé —dije, tranquila, intentando mantenerme serena.

—No —negó con la cabeza—. No puedes seguir haciendo esto.

—¿Haciendo qué?

—Tú no deberías estar aquí. No deberías tener ese bebé, ni ocupar este lugar. Yo soy la que debería ser la Luna de Calen, así es como debería ser. Desde pequeña me prepararon para eso. Y ahora… ahora estoy sola, todos me miran como si fuera una carga. Nadie q