Capitulo 56.
Capítulo 56.
De verdad que soy estúpida por pensar que ir al encuentro de Natalia iba a ser sencillo.
Me repetí mil veces que solo íbamos a ver cómo estaba Natalia, que no me iba a dejar afectar por nada… pero en cuanto abrí la puerta, todo mi autocontrol se esfumó.
Natalia se giró al vernos entrar. Y no tardó ni un segundo en fingir un temblor, se llevó una mano al pecho, como si la presencia de Calen le devolviera el aire a los pulmones, y corrió a abrazarlo como si ellos dos fueran los protagonistas de una telenovela.
Tenía esa visión grabada a cámara lenta en mi memoria, me quedé quieta a un lado, incómoda. Y sintiéndome terriblemente ridícula.
Como si estuviera de más en un lugar donde no me habían invitado.
Calen frunció el ceño, eso sí. No la abrazó de vuelta. La apartó con suavidad, preguntándole cómo se sentía, si le dolía algo, si recordaba más detalles. Había preocupación real en su voz, y eso me dio una punzada en el corazón que ni me molesté en disimular.
Me dolía