Capitulo 55.
Capítulo 55.
Quizás mi mente me estaba jugando malas pasadas, o algo dentro de mí no funcionaba como debería, pero desde que Natalia había llegado a la casa con su hijo, no podía dejar de sentirme inquieta.
No sé cómo explicarlo, no la odiaba, sentía compasión por ella. Natalia había pasado por un infierno y, por desgracia, yo sabía de primera mano las cosas que sucedían en las manadas oscuras.
Su hijo se veía tan frágil, con esa mirada triste y esa sonrisa tímida que siempre le acompañaba. Él había sido una víctima más de este mundo cruel que se empeña en ensañarse con los más débiles.
Pero también tenía otra sensación y esta era la que menos me gustaba. Cada vez que ella miraba a Calen con esa mezcla de gratitud y necesidad, yo me sentía mal, y eso no me gustaba. No me gustaba la dependencia que tenía de él, y por mucho que tratara de ocultarlo, creo que en ciertos momentos se podía notar mi incomodidad.
Estaba claro que ella no era como Natasha. En Natalia había algo distinto,