Capítulo 23.

Toqué dos veces la puerta del despacho y tragué en seco.

—Pasa Every —respondió Calen desde el interior del despacho. Odiaba como él podía sentir mi presencia gracias a su lobo interior y yo en cambio no poseía ese don ya que carecía de loba interior lo que hacía que ni siquiera pudiera transformarme como ellos.

No sabía exactamente qué me encontraría al entrar al despacho, pero definitivamente no era la escena que podría haber imaginado.

Calen estaba ahí, detrás de su enorme escritorio de madera oscura, con su habitual aire de superioridad… y vestido como si fuera a un gran evento. El traje, oscuro y perfectamente entallado, parecía gritar que cada hilo costaba más de lo que yo ganaba en un mes, y su cabello estaba peinado con un esmero que me hizo sentir ridícula y fuera de lugar con mis jeans y mi suéter sencillo.

Mi primer impulso fue dar media vuelta y salir corriendo, pero me obligué a quedarme. No podía seguir evitándolo eternamente, además él había dado una o