—Grecia, Luis Fernando, si hemos venido hasta aquí, es porque hay algo importante que deben saber con respecto a Guillermito.
—¿Qué le pasó a mi hijo? —preguntó Grecia, nerviosa.
—Sí, yo también quiero saber qué es lo que está pasando con Guillermito —exclamó Luis Fernando con seriedad.
—Lo que pasa es que Guillermito ha presentado últimamente un cuadro de debilidad y fiebre. Decidí llevarlo al médico para que le hicieran todos los estudios pertinentes, y el resultado… —hubo un silencio de unos segundos que para Grecia y Luis Fernando fueron eternos. Guillermo no tenía la fuerza para decirles lo que estaba pasando. Se sentía muy devastado y, además, tenía el temor de que, después de esto, pudiera perder la custodia de los niños.
—Pero habla, Guillermo, no te quedes callado. Dime qué es lo que pasa, me vas a matar de un susto —le dijo Grecia con un tono fuerte. La expresión de alegría se había desvanecido por completo. Estaba ansiosa.
—Lo que pasa es que Guillermito tiene un