Miranda se acercó de nuevo a Luis Fernando, sintiendo cómo la atracción entre ellos se intensificaba. Sin pensarlo dos veces, lo besó llena de deseo; desde hacía mucho tiempo anhelaba poder tenerlo así. Él intentó esquivarla, pero no pudo resistirse a sus encantos. Miranda era una mujer muy atractiva y sensual, y en ese momento, todo lo que había en su vida parecía desvanecerse. La relación conflictiva que tenía con Laura había dejado a Luis Fernando en un estado de confusión y desasosiego, y ese encuentro inesperado con Miranda lo sentía como un bálsamo refrescante en medio de su tormenta emocional.
Los besos comenzaron a ser cada vez más intensos, y la situación en la oficina se tornó candente. La química entre ellos era innegable; cada roce de sus labios encendía una chispa que los calentaba cada vez más. Miranda, con su cabello cayendo en suaves ondas sobre sus hombros, se movía con una gracia que dejaba a Luis Fernando sin aliento. Él la abrazaba con fuerza, sintiendo cómo sus