Grecia se quedó esperando ansiosa la respuesta de Mercedes, convencida de que Burgos le había comentado quién era el socio misterioso de Luis Fernando.
—Mercedes, por favor, no te hagas de rogar. Eres mi amiga, por favor, dime quién es ese socio de Luis Fernando. ¿Acaso se trata de una socia? —dijo Grecia, con un tono lleno de sarcasmo.
—Grecia, te juro que Burgos no me dijo nada. Por más que le pregunté, se negó a decirme de quién se trataba. Solo me comentó que todos nos íbamos a llevar una gran sorpresa. No sé si es un hombre o una mujer, pero lo cierto es que muy pronto lo sabremos —respondió Mercedes, con un gesto de frustración.
—No lo puedo creer, ¿Qué no te haya dicho nada? Claro, me imagino que Luis Fernando se lo prohibió porque sabía que tú, que eres mi mejor amiga, me lo ibas a decir. ¿No es así, Mercedes?
—Claro que sí, Grecia. Tú eres mi amiga y sería incapaz de ocultarte algo, pero la verdad es que no lo sé.
Mientras Grecia se quedaba sacando conclusiones e im