Tres días después

Aún no se tenían noticias de El Cuervo; era como si la tierra se lo hubiera tragado. Luis Fernando y Burgos estaban al frente de la investigación, buscando pistas sobre dónde pudiera haberse escondido. Por su parte, el detective mantenía alerta a sus hombres, rodeando prácticamente toda la ciudad para asegurarse de que no pudiera escapar por ninguna vía.

Burgos se encontraba en casa de Luis Fernando, junto con Mercedes. Habían decidido permanecer unidos hasta que El Cuervo apareciera o al menos diera señales de vida. Además, Luis Fernando no quería dejar sola a Grecia ni a sus hijos; temía que este hombre quisiera vengarse de él y apareciera de cualquier forma solo con el fin de hacer daño.

Los niños estaban en la habitación con la niñera; habían decidido que no era buena idea enviarlos al colegio, al menos por el momento. Sin embargo, Grecia se sentía un poco más tranquila al tener a Luis Fernando cerca y a su inseparable amiga Mercedes. Ambas compartían el cuidado