Capitulo 14
“Desenmascarando a Juana”
El eco de la risa de Erick y Antonio, seguía resonando en las paredes de la amplia oficina. Poco a poco, fue calmandose y sus ojos negros se posaron en Antonio con una chispa de complicidad. Juana permanecía inmóvil, los labios entreabiertos en un gesto que oscilaba entre la indignación y la vergüenza. ¿De que carajos se reían esos dos? Honestamente, ella no le veía el chiste a la situación.
—¿Escuchaste, Antonio? —la voz fría de Erick cortó el aire, haciendo estremecer a Juana. Giró en su silla hacia el guardaespaldas—. La señorita Juana parece cuestionar tu competencia profesional. ¿Acaso no investigaste cada detalle de Catalina hasta el último recibo de panadería? ¿O es que no fuiste capaz de obtener alguna información?
Antonio cruzó los brazos, el músculo de su mandíbula tensándose bajo la piel bronceada. Sabía el guión que debía seguir, conocía tan bien a Erick Montenegro, que sabía perfectamente que estaba jugando y él, como su fiel amigo,