Capítulo 64. Un Ángel
Toco mi vientre y ahí es donde encuentro la fuerza para firmar, ya que ahora esa debe ser mi prioridad, mi hijo; solo tengo que pensar en lo mejor para él o ella y sé que lo mejor es poder darle un buen padre, un hombre que sea su ejemplo y su guía; para eso no hay mejor hombre que Hugo.
Firmo, levanto mi vista y veo el rostro de Hugo, el cual me sonríe tiernamente. El juez termina la ceremonia y al final le dice a Hugo que puede besar a la novia.
Desde que él volvió a mi vida, ni siquiera eso hemos hecho, por lo cual me pongo nerviosa y me entra una sensación extraña, como si estuviera haciendo algo indebido, así que solo rozo mis labios con los de él.
—¿Estás segura de lo que acabas de hacer? —me dice Sandra, al acercarse a felicitarme.
—¿Por qué lo dices?
—Por tu cara parece que estás en un funeral y luego ese beso tan forzado; no quiero ser entrometida, pero es que siento que debiste pensarlo mejor; aun así, en verdad deseo que por lo menos tengas un poco de tranquilidad. —Mi her