Capítulo 43. No te vayas con él
—Hugo, buenas noches. ¿Ya de regreso? —Aunque parece una simple pregunta, la emite con un tono nada agradable.
—Así es, vine a visitar a mi hermosa mujer. —Hugo me toma de la cintura, me acerca a él y me da un beso en los labios; yo mantengo los ojos abiertos y veo el semblante de mi jefe, que no es para nada tranquilo.
—Ya veo, aunque la demostración de cariño creo que estaba de más.
—Después de tantos días de estar separados, las demostraciones de cariño son las que más nos harán falta; disculpe si es testigo de ellas en toda la noche, pero es que nos extrañamos mucho.
—Yo no tengo tema con eso, solo que es un evento público, y puede malinterpretarse.
—Tiene razón, creo, cariño, que tendremos que irnos temprano de este evento, para no dar malas interpretaciones y poder demostrarnos nuestro cariño libremente —Lo dice susurrándome al oído, pero en voz lo suficientemente fuerte para que mi jefe escuche, y claro está que escucho y no le ha agradado; solo veo cómo cierra los puños de amb