Entró Ricardo, diciendo que Camila estaba por llegar, que era mejor que entrara Amadeo en ese momento, que les prometió retirarse luego de hablar con Mora, que él y otro custodio iban a estar presentes.
Piero salió de mala gana.
-Perdón.
Le dijo Amadeo cuándo estuvo en la habitación.
Ella se asustó al verlo, luego vio a Ricardo y se tranquilizó un poco, pero la angustia no cedía.
-Perdón, te amo tanto que no hice más que equivocarme, nunca le hubiera disparado a Camila y mucho menos a vos, solo quise demostrarte poder, te perdí y soy el único responsable, no te culpo, pero te juro que estaba a tus pies, no solo mi fortuna, sino yo también.
-Lo sé, perdón por no amarte como te merecés.
Sus palabras no reconfortaron a Amadeo, pero todo hablaba de lo maravillosa que era Mora.
-Te amo.
Le dijo el Ceo.
-Y te voy a respetar, te deseo lo mejor para vos y para el bebé.
Mora estaba muy asustada, tenía miedo de que más adelante intentara algo.
-Amor, veo miedo en tu mirada, aunque no me puedas