Más tarde, cuándo se quedaron solos, Piero sacó el tema del colegio, a él no le importaba si ella quería trabajar de docente, pero fue herida de bala y estaba embarazada, por eso creía que no era conveniente que ella ejerciera.
Se lo expuso así.
-¿Y qué voy a hacer todo el día?
-Cursá por la mañana o por la tarde, luego, cuando nazca el bebé, nos fijamos si querés seguir ejerciendo.
-Yo quiero seguir trabajando este año.
-Es una decisión tuya y la respeto- dice Piero, sin estar de acuerdo con lo que plantea Mora- El tema es que todavía estás herida y el primer mes de clases no podés asistir, por lo que te va a reemplazar una maestra suplente y desde mediados de año, tampoco vas a poder dar clases, por el embarazo, tanto cambio para tus alumnos, no sé si es conveniente.
La docente se dio cuenta que efectivamente su prometido tenía razón y se lo admitió.
Piero pensaba que no era necesario que ella trabajase, pero sabía lo importante que era para Mora la docencia, por lo que se lo iba a