Piero llevó a cenar a su hija y las dos guardaespaldas se quedaron como custodias en la puerta de la habitación de Mora, cuando se quedaron solas, decidieron entrar y explicarles la situación, la docente ya tenía el alta para el día siguiente, estaba mejor.
-¡Chicas, que alegría!
-Hola Mora, estás mejor.
-Sí, aunque me sigue doliendo un poco, pero estoy feliz, Piero está contento y me pidió que me case con él.
-Lo sabemos, queremos hablar con vos.
-¿Qué sucede?
-Quiero que te enteres por nosotras…
Mora estaba preocupada, se incorporó un poco en la cama, aunque lo hizo con dificultad.
-Nunca te conté cuál es mi trabajo.
-No, sí..me dijiste que trabajabas con algo relacionado con la carrera que estudiamos.
Le dijo a Sally.
-En realidad no es así.
Confesó la custodio.
-No entiendo nada.
-Cuando Amadeo no dejaba de molestarte, Piero quería protegerte y…te puso dos guardaespaldas invisibles, sin que vos lo notes.
-¿Por qué hizo eso?
-Es evidente que le importabas mucho.
-¿Qué tiene que ver