Mora temblaba, es cierto, tenía miedo, su novio, o ex novio, infundía temor, ella siempre pensó que era respeto, pero en ese momento sólo tenía terror.
Trató de reponerse, siendo cobarde no iba a solucionar nada y Mora sabía exactamente que ese era el momento para cortar la relación y que tal vez no se presentase otro momento más propicio.
Ella pensó que estaban las condiciones dadas y que no las podía desperdiciar.
El mundo no estaba hecho para débiles.
Pretendió sonar tranquila al hablar.
Necesitaba hacerlo claramente y que Amadeo entendiera lo que ella decía.
-Hasta acá llegamos, me echaron como a un perro, me humillaron y tomaron a una infeliz que a los dos minutos maltrataba a los niños y hace un rato me dijiste que no le pensabas renovar la matrícula a Cami ¿De verdad pensás que quiero estar al lado de un hombre que se maneja así? ¡Te enfrentás cobardemente a una criatura!
-¿Preferías a una huérfana? ¡Ella tiene padre, que se ocupe él!
-Sos muy poco hombre, es una niña pequeña y