Damon
El silencio es pesado en el bosque, como si el mundo entero contuviera el aliento. La luna ilumina el claro con una luz espectral, proyectando sombras en el suelo. Mi corazón late demasiado fuerte en mi pecho, la sangre rugiendo en mis venas como un torrente. Alina está a mi lado, su respiración medida, su mirada fijada en la dirección donde Lucien ha desaparecido.
— Está ahí, murmura.
Yo también lo siento. Una sombra en la oscuridad, una presencia sigilosa que se desliza entre los árboles como una serpiente.
— ¿Estás lista? pregunto en voz baja.
Alina me lanza una mirada intensa, su mirada dorada brillando con un destello sobrenatural.
— Nací lista.
Un rugido se eleva detrás de nosotros. Un escalofrío en el aire. La sombra se estira, materializándose lentamente. Lucien aparece, su sonrisa cruel iluminada por el frío resplandor de la luna.
— Qué hermosa escena, se burla. La pequeña loba y su protector. ¿Realmente piensan que pueden vencerme?
Gruño, mis garras surgiendo de mis ma