Alina
El silencio reina en el claro. Los lobos están agrupados en círculo, el aire cargado de electricidad. Damon se encuentra frente a ellos, la espalda recta, la expresión fría y decidida. Su presencia magnética impone respeto, pero puedo ver la tensión en sus hombros, el brillo feroz en sus ojos.
Estoy a su lado, mi corazón latiendo a un ritmo irregular. La idea de servir como cebo es arriesgada, pero sé que es la mejor estrategia. Caelan no se detendrá ante nada para poseerme —y Damon está dispuesto a todo para protegerme.
— Conocen el plan, dice Damon en voz alta.
Jared asiente.
— Lo atraemos hasta el punto de encuentro y lo aislamos del resto de su manada.
— Luego, lo neutralizamos, completa Caleb.
— Si todo sale bien, ni siquiera tendrá tiempo de reaccionar, añade Damon.
Mi mirada se posa en él. Está tranquilo, pero puedo sentir la violencia contenida bajo la superficie. Está listo para matar a su propio hermano.
— ¿Y si sale mal? pregunto.
— Entonces nos ad