Alina
El silencio es opresivo en el bosque. La luna está alta en el cielo, su luz blanca filtrándose a través de las gruesas ramas de los árboles. Camino descalza sobre el suelo frío, mis dedos temblorosos rozando la corteza de un viejo roble. El aire está cargado de humedad, y cada susurro en los arbustos hace acelerar mi corazón.
No debería estar aquí.
Pero no tengo elección.
Desde la victoria de Damon sobre su padre, la manada está en plena transformación. Se ha convertido en el Alfa indiscutido, imponiendo su dominio con una fuerza bruta y una autoridad natural. Los guerreros se han inclinado, los ancianos lo han reconocido. La manada le pertenece.
Pero en la sombra, la incomodidad crece.
Circulan rumores. Algunos lobos aún cuestionan su legitimidad. Susurran que su fuerza proviene de la oscuridad que lleva dentro. De la parte oscura de su lobo, aquella que liberó durante la pelea.
Y esa oscuridad, está creciendo.
Lo he visto en sus ojos.
Cada noche, sale de nuestra habitación. De