Capítulo 301: Un paso hacia la verdad.
El amanecer se coló lentamente por las rendijas de las persianas. Afuera, el canto de los pájaros era el único sonido que interrumpía el silencio suave del hogar. La casa aún dormía, pero en la cocina ya hervía el agua para el café. Eliana, con una chaqueta ligera sobre los hombros, miraba por la ventana con la taza entre las manos, mientras María José hojeaba un cuaderno con dibujos de Gabriel.
—¿Tú crees que salga diferente esta vez? —preguntó Eliana, rompiendo el silencio.
—No lo sé —respondió María José con honestidad—. Pero creo que si hay aunque sea una mínima posibilidad… hay que hacerlo. Esta vez bien, en un laboratorio reconocido. Sin prisas. Con los nombres reales y la presencia de las dos.
—De acuerdo —susurró Eliana—. Quiero saberlo. Quiero tener esa certeza, aunque ya en el corazón… siento que sí.
La conversación flotaba en el aire como un secreto que comenzaba a tomar forma. Ambas hablaban en voz baja, creyendo que eran las únicas despiertas. Pero en la planta alta, José