Eliana estaba en su oficina cuando su asistente tocó la puerta con urgencia.
—Señorita, acaba de llegar esta invitación. Es para un evento exclusivo de negocios.
Eliana arqueó una ceja y tomó el sobre elegante. Lo abrió con cautela y leyó la carta. Sus ojos se agrandaron.
Era una oportunidad única: una empresa internacional estaba buscando una compañía con la cual asociarse para un proyecto multimillonario. Pero había un detalle que la hizo fruncir el ceño: la selección se haría mediante una competencia entre los mejores empresarios del sector.
No sería fácil.
—Investiga quiénes son los otros invitados —ordenó a su asistente.
—Sí, señorita —respondió ella, saliendo apresurada.
Eliana suspiró, tratando de evaluar sus posibilidades. Su empresa había crecido mucho en los últimos años, y esto podría consolidarla como una de las más influyentes.
Pero lo que no esperaba era lo que vendría después.
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En otra parte de la ciudad, José Manuel estaba en su despacho cuando su secretario entró c