"Es sorprendente que estar con amigas pueda hacerme sentir bien pese a todo lo que está pasando ahora en mi vida" pensó Ameline mientras terminaban de pagar la cuenta.
El almuerzo en la cabina privada del restaurante lujoso había terminado, y las chicas se levantaron de la mesa, recogiendo sus bolsos y chaquetas entre risas y murmullos.
El ambiente, aunque cálido por la noticia de la graduación de Prissy, seguía cargado con un dejo de tristeza por Laura. Las luces suaves del lugar iluminaban sus rostros, y el tintineo de los cubiertos contra los platos vacíos resonaba mientras los meseros comenzaban a limpiar. Ameline ajustó su vestido, sintiendo el peso de su vientre de seis meses, su mente todavía dando vueltas al plan con la prueba de paternidad.
"Hoy me la pase bien, pero... Lo cierto es que el tiempo se acaba, y Laura está sufriendo por mi culpa" pensó, su pecho apretándose de culpa mientras miraba a su amiga, que intentaba sonreír a pesar de sus ojos tristes.
Mientras las chi