Ameline se quedó paralizada, el aire escapándose de sus pulmones mientras las palabras de Seth resonaban en su mente como un eco cruel: "La llamó Bianca".
El shock la golpeó como un puñetazo, su cuerpo temblando mientras la realidad se asentaba. Betty, la persona en quien había confiado durante tanto tiempo, le había mentido desde el principio, incluso desde su primer encuentro en aquella calle oscura donde le tendió la mano.
No era solo el nombre; era la traición de cada recuerdo, cada conversación que ahora parecía una fachada. Su visión comenzó a nublarse, los bordes de su campo visual oscureciéndose como si alguien apagara las luces lentamente.
Sintió un zumbido en los oídos, su respiración volviéndose superficial, y un sudor frío le recorrió la frente. Sus piernas flaquearon, el suelo pareciendo inclinarse bajo sus pies, y antes de que pudiera procesarlo, todo se desvaneció, su cuerpo desplomándose hacia adelante.
Seth reaccionó por instinto, sus brazos atrapándola justo a tie