Ameline se quedó inmóvil por un instante, su mente girando a toda velocidad mientras intentaba ocultar el brillo de interés que amenazaba con delatarla.

Miró a Seth con una expresión cuidadosamente neutral, inclinando ligeramente la cabeza como si considerara su oferta con desinterés.

—Bueno… no estaría mal recibir algún regalo caro —dijo, dejando que las palabras salieran con un tono casual, casi despreocupado—. Pero quiero tiempo para pensar si esto realmente vale la pena. —Su voz tembló un poco al final, traicionando su nerviosismo, pero se esforzó por mantener la compostura, cruzando los brazos sobre el vientre.

Seth la observó en silencio, su rostro endurecido suavizándose apenas. Asintió con un movimiento lento, apoyando las manos en el escritorio.

—Te daré tiempo, pero no más de 24 horas. Necesito una respuesta antes de que esto se complique más o que los rumores lleguen a quien no deben y actúen antes que nosotros —respondió, su tono firme pero sin presión excesiva, dejando