Nadie la había notado, pero Emma también estuvo en la biblioteca cuando pasó todo lo que pasó entre Seth y Ameline, y de inmediato fue corriendo a contarle todo a Mindy.
—Y debiste ver la cara del amo Seth al final, joven ama. —Emma rio divertida al terminar de contarle todo—. Estaba furioso, creo que se le fue un poco del amor que tanto parecía tener por esa callejera.
—Excelente, entonces nuestro truquito de llevar a Ameline para que presenciara el beso salió mejor de lo esperado —comentó Mindy, antes de tomar su labial y pintarse los labios mientras se miraba a su espejo—. Sin embargo, como Seth está tan furioso, mejor lo evitaré por ahora, no quiero que me eche de la casa.
—Sé que le costó mucho convencer a su padre de poder quedarse aquí, joven ama, sería muy injusto que la expulsen de la casa por culpa de esa callejera. —Emma frunció el ceño con desdén de solo pensar en esa posibilidad.
—Pero claro, inaceptable. Tuve que fingir que alguien quería matarme para que la familia