Capítulo LXIX

Me despierto agitada, con la mano en el abdomen y la nariz bañada en sudor. Me incorporo sin apartar la mano de mi vientre y dejo caer la mirada en ella. Mi palma se aprieta con fuerza, como si quisiera proteger algo detrás de ella. Ingiero saliva, respiro profundo y alejo la mano sin dejar de mirarla. Sacudo la cabeza. «Son preocupaciones que no vienen al caso», me digo con los labios apretados.

Intento recordar el sueño o la pesadilla, pero es en vano.

Me recompongo alzando los hombros y moviendo la cabeza a los lados.

—Eres la reina de las pesadillas. —La miro en el umbral de la puerta—. Desde que te conozco siempre las has tenido, no importa la ocasión o el instante. —Se acerca con una bandeja, donde reposa una tetera y una taza—. ¿Ya cómo te sientes?

—Bien —contesto a secas.

Asiente y deja la bandeja en la mesa de noche a mi lado.

—¿Nada de mareos o vómito? —Me escruta con una larga mirada. Sus ojos de repente caen en mi vientre y se fruncen—. ¿Tienes cólicos estomacales?

Presion
Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo