Ryder avanza en silencio entre los árboles hasta que alcanza una roca lo bastante grande para cubrirlo. Se esconde detrás de ella, apenas conteniendo la respiración, antes de transformarse de nuevo. A pocos metros, un grupo de renegados permanece reunido. Están en su forma humana, hablando en voz baja, como si compartieran secretos que no quieren que nadie más escuche.

Sus ojos se abren de par en par cuando distingue a alguien entre ellos. No es un lobo. Es una bruja de sangre. La mujer parece liderar la conversación, moviendo las manos mientras les señala un camino invisible, entregándoles instrucciones que ellos escuchan con atención.

La rabia lo sacude por dentro. Sus sospechas se confirman. No son lobos errantes comunes, son parte de la manada del Oscuro. Su instinto lo empuja a salir de inmediato, desgarrarles la piel, obligarlos a hablar. Ya está en movimiento, los músculos listos para lanzarse, cuando una fuerza lo tumba con violencia contra el suelo.

El impacto lo deja aturdid