Punto de vista de Sofía
Algo extraño está ocurriendo en la manada. He visto a varios Deltas movilizarse con urgencia, y aunque nadie dice nada, todos lo sentimos: hay tensión en el aire. Densa. Pesada. Como si una tormenta estuviera a punto de estallar y estuviéramos atrapados en la antesala del caos.
Nos hicieron cerrar antes de tiempo, algo que nunca pasa sin una razón grave. Apenas llego a casa y pienso que por fin podré descansar, un dolor punzante se instala en mi cabeza. No es un simple dolor… es como si algo dentro de mí se activara.
Y entonces la escucho.
—Hola, Sofía —dice una voz suave, como una brisa cálida atravesando mi conciencia.
—¿Quién…?
—Soy tu loba. Me llamo Alma. Creo que ya me has visto. Forzaste la transformación. Eres increíble.
—¿Qué…? ¿Qué dices? —balbuceo mentalmente, completamente desconcertada.
—Sé que estás sorprendida. Pero ahora estaré contigo. A veces mis emociones se mezclarán con las tuyas. Debes ser fuerte y aprender a controlarlas… Sobre todo las mía