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El despertar de la bella durmiente  Capitulo 8

El despertar de la bella durmiente 

Capitulo 8

La encontramos.

Todos y cada uno de mis días desde que ese hombre me secuestró han sido iguales...

Estoy en un bucle que no tiene fin y del que no pienso salir, pues mi vida dependía de ello. Escucharle cada día nombrándome por el nombre de mi hermana y las cosas que me hacía me dan asco.

«Distorsionar la realidad para protegerte es normal, sigue así esta es tu forma de mantenerte viva, Daria» Me recordaba mi poca conciencia, sé que han pasado años y varios traslados de ciudad, un aborto y muchas otras chicas, pero no debo flaquear, mi encierro es lo mejor, para mí y para poder sobrevivir.

¡Dios, por favor que alguien me saque de aquí!

Pero el día de hoy algo había cambiado, lo escuchaba en el tono de su voz, la bestia estaba furioso con ella...

-¿Cómo has podido ser tan idiota? No debiste venir. Ahora, deberemos salir de aquí.

-Lo... lo siento, Ariel. Es que necesitaba avisarte de lo que estaba sucediendo en el club- escucho el sonido de las sirenas y los gritos de muchas personar alrededor del lugar.

-¡Maldita sea! Te estaban siguiendo, imbécil ¡Nos han descubierto! 

La bestia le grita a la mujer que ha estado cuidando de mi cuerpo desde que salimos de donde sea en que estemos. Al final, ella reapareció ante él hace tiempo atrás y le había escuchado que mi hermana estaba en este país.

Ese día la bestia se volvió loco y a las pocas horas lo escuché entrar con una mujer.

Flashback 

-Eres demasiado loco ¿Cómo se te ocurre traerme a la habitación de tu esposa muerta?

-Ella no está muerta, solo en coma, así que ¡Desnúdate! Que quiero follarte delante de ella. Quiero que disfrute la vista de lo que te hago, será excitante. Te lo puedo asegurar, preciosa.

-¡No lo hagas!- grité en mi interior, no era la primera que traía hasta donde sea que estuviéramos, pues después de la aparición de la doctora, el desgraciado había vuelto a sus andanzas.

Escuché absolutamente todo, como usaba y abusaba de ella. Sus risas, sus gemidos y como con un grito estrangulado la vida de esa chica se acababa. Luego se acercó a mí y su beso sudado en mi frente me demostró que no estaba lejos de lo que había imaginado, pero sus palabras me lo ratificaron.

-Otra más que era defectuosa, querida mía. Es una pena porque su coñito estaba igual de apretado que el tuyo, pero bueno. Otra alimaña menos a la que nadie recordará.

¡Saca a esta bazofia y elimina todo rastro de ella!-le grita a alguien y es ahí que la escucho...

-Sí, Ariel.

Fin del flashback 

Vuelvo a escuchar gritos, algunos disparos y luego silencio. Doloroso y cruel silencio...

No sé cuánto tiempo ha pasado, cómo estarán mi papá y mi hermana, solo sé que una voz dulce y decidida se acerca a mí.

-¡Señorita Daria! ¿Señorita, me escucha? - claro que sí lo escuchaba, pero mi cuerpo no respondía a lo que él quería, pero ¿quién es? ¿Y cómo sabe mi nombre?-. Tranquila, señorita ya está a salvo con nosotros y le prometo que la sacaremos con bien de aquí.

Esa hermosa voz que me susurraba en mi oído y los toques delicados de sus manos frías hicieron el click. 

«Estaba a salvo» 

Luego de eso, otros sonidos y más personas que se escuchan a lo lejos me dan a entender que por fin podría salir de este encierro, o por lo menos una parte de mi. La mano y las palabras de esa persona calmaban mi espíritu, es como si él me conociera de toda la vida y que con su agarre me quisiera devolver a ese mundo donde estaba todo lo que amaba...

Han pasado los días, no sé cuántos, pero hoy esa voz que sé que es de mi salvador me trae a la realidad.

-Hola, señorita Daria. Por fin su hermana ya despertó y pronto vendrá a verla, ella también se está recuperando y tiene algunas noticias que contarle, pero no le diga que yo le conté que será tía. Ese será nuestro secreto.

Ahora me tengo que ir, si alguien me ve aquí me mata, se supone que nadie puede entrar en esta área, pero ya me conoce, por verla, aunque sea un instante, me la juego.

Despierte pronto que todos la estamos esperando y ya quiero ver en vivo y en directo esos ojitos.

Nuevamente, sentía su calor en sus manos frías, era algo loco, pues siempre sus manos están frías como un témpano, pero al tocarme era como si fueran fuego vivo. Al despedirse de mí lo hizo con un beso en mi frente y luego, sus pasos.

Era todo tan extraño, pero escucharlo a él y nunca más a la bestia me calmaba, por fin estaba en un lugar seguro, pero no quería que mi salvador me dejara.

-"No te vayas, no quiero estar sola aquí" -Quería gritar, quería llorar, pero este maldito cuerpo no me acompañaba en lo absoluto, necesitaba salir ya de mi encierro, de este bucle para agradecerle a él por haberme salvado.

Nuevas voces aparecen a mi alrededor y sé que son médicos, pongo atención porque sé que algo pueden hacer para despertarme.

-Ella ha sido muy fuerte, su cuerpo ha resistido demasiado, Ethan. No sé cómo lo logró en todo este tiempo.

-Lo sé, hermano, son casi seis años de abuso, ¿viste sus piernas? son como dos palillos y sus brazos, no me quiero imaginar que m****a le hacía ese tipo. Ojalá y se pudra en esa cárcel.

-Ten por seguro que Adam y Thomas lo harán posible, ahora lo importante es que Natasha siga tratándola y que Vannah despierte con bien.

-¡¿Pero qué demonios?!

-¿Ustedes se volvieron locos? ¿Qué hace Vannah aquí? - dice uno de los doctores y escucho más pasos a mi alrededor.

-Ella se ve bien y sabemos que es fuerte, déjala entrar.

-Estoy aquí, no tienen que hablar de mí como si yo no estuviera

-Lo sentimos, Vannah. 

Vannah, ¡hermana! Estás aquí y estás viva. Dios, ayúdame a despertar, si me trajiste ha ella es lo menos que puedes hacer ahora, ¡Sácame de este encierro!

La escucho llorar y pedirme perdón, pero yo no tengo nada que perdonarle, esa bestia fue el que hizo todo.

-Hermana, tranquila... Deja que cure mis heridas y te prometo que voy a despertar.

Las voces se apagan nuevamente y caigo en mi prisión autoimpuesta. Otra vez he perdido la noción del tiempo, aunque ya sé que estoy en Nueva York.

Mi ángel de la guarda se escabulle cuando puede y comienza a contarme cosas y eso aliviana mi carga interior.

-Hola, señorita Daria- es tan solenme cuando me habla que me da un poco de risa, su voz siempre es cálida a pesar de que sus manos siguen frías y lo sé pues ya hace unos días ha empezado a hacer lo mismo que el fisioterapeuta.

-Hola galán.

-Doctora Scott- su voz tiembla ante la de esta mujer, ¿será que le gusta?

-Tranquilo, tu secreto está resguardado conmigo, además hasta que llegue Vannah con el incordio de O'Connor es bueno que ella escuche a alguien y quién mejor que tú que fuiste el que la rescató.

-Era mi deber, Val.

-Así me gusta, sabes que me molesta que me trates tan formalmente, ya hace tiempo que te lo había dicho, pero eres tan pendejo que no lo asumes.

-Perdón, perdón, es que ya me conoces como soy.

-A propósito, él tiene consulta hoy.

-No me importa- dice un tanto molesto y siento que se tensa cuando sus manos siguen con el masaje en mis brazos.

-Es tu abuelo, Agustín y creo que se merece ser escuchado.

-¿Para qué? Para que me diga que la empresa era más importante que su propio nieto. No Val, él no se merece ni que me lo nombres, allá él que se quede con sus millones y a mí que me deje en paz.

-Está bien, cariño. Pero en algún momento deberás enfrentar ese demonio, para tu propia sanación.

-No quiero seguir discutiendo sobre esto doctora Scott.

-Y yo no estoy discutiendo. A propósito, ¿sabes cuándo vuelven James y Vannah?

-Lo más probable es que el fin de semana, si la doctora le da el pase para poder viajar.

-Eso es bueno, ya la extraño y los de la televisora quieren saber si seguiremos con el programa.

-Debería llamarla, a ella le hará bien hablar con usted más que con el joven O'Connor.

-Chris es un buen chico, un poco loco, pero bueno y sé que ha estado preocupado por Daria, no creas que es un muñeco de cartón.

Su risa contagiosa llena el ambiente y ha dejado de estar tenso, eso me gusta, él es demasiado tierno.

De verdad que ya quiero despertar, hay tantas cosas de las que me estoy perdiendo y una de esas es conocer a mi ángel guardián.

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