Agus y Daria
- Necesito que te muevas más fuerte, Agus... por favor...
- Argh mujer, me estás matando...
Los futuros esposos están disfrutando a full sus últimos días de soltería, habían decidido casarse ese mismo fin de semana, después de el hermoso regalo de san Valentín que se habían dado mutuamente, pero la necesidad de estar piel contra piel los había vuelto locos y en medio de la carretera no soportaron y ahora estaban escondidos en medio del bosque, mientras su auto se movía al compás de sus cuerpos. Las ventanas estaban empañadas y los gemidos de ambos era lo único que se escuchaba en ese lugar.
- Quiero... más... mucho... más - gemía ella, mientras su hombre la tomaba de la cintura para acomodar su pelvis.
- ¿Serás... así... de exigente... en todo el... embarazo?
- No... te... quejes... Ah... Sí... así... sigue así.
El choque entre sus cuerpos y la necesidad de liberar todo lo que sentían provocó que las estocadas de Agus fueran más fuertes y certeras, el cuerpo de Daria se m