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El despertar de la bella durmiente Capitulo 2

El despertar de la bella durmiente 

Capitulo 2

⚠️ ADVERTENCIA ⚠️ 

ESTE CAPITULO CONTIENE ESCENAS DE VI0LACIÓN Y ACTOS CONTRA LA VÍCTIMA QUE PUEDEN HERIR LA SUSCEPTIBILIDAD DEL LECTOR.

No, no, no, no... 

"Feliz cumpleaños a ti ... 

Feliz cumpleaños a ti ... 

Feliz cumpleaños querida Savannah... 

Feliz cumpleaños a ti ... 

Esa canción era la que escuchaba aún con los ojos vendados...

La canción que escuchaba en las voces de sus amigos o eso imaginaba en su cabeza, pero cuando la luz se hizo ante sus ojos no estaba en el bar de su amigo, no con sus amigos, no estaba en su casa, mucho menos en un lugar seguro... 

-¿Do... dónde estoy?-tenía la garganta seca y aún sentía el olor a lo que le habían colocado para dormirla y a eso se sumaba el olor de las velas derritiéndose sobre el pastel de red velvet y la mirada de un extraño de pie frente a ella. 

-Pide tu deseo, mi amor ¡Feliz cumpleaños! 

-¿Qui... quién es usted? ¿Qué hago Aquí?-dice e intenta incorporarse, pero se encuentra esposada a la silla donde está sentada-Por favor suéltame. 

-Pero si a ti te encanta esto, amor. ¡Ahora sopla!- le grita colocándole el pastel en su cara y con esa sonrisa demoníaca que la hace temblar- No todos los días se cumplen veintidós años mi Savannah querida. 

-Yo... yo no soy Savannah -calla después de eso y el tipo la mira con rudeza, si él creía que era su hermana a la que tenía eso quiere decir que le podría haber hecho lo mismo a ella ¿no?, así que antes que siga con sus gritos sopla las velas y esboza una mueca como sonrisa. 

«Hermana, ¿Qué nos está pasando?» Se pregunta, orando porque su hermana se encuentre bien en el hospital y que la esté buscando. 

-¡Maravilloso! Ahora a celebrar tus dulces veintidós, mi amor. 

El hombre la mira en forma lasciva y ella siente nauseas cuando se acerca y le roba un beso mordiendo su labio inferior hasta que el sabor metálico de su propia sangre lo siente en su garganta. 

Lo que viene después es el acto más vejatorio que puede sufrir una mujer, el tipo suelta las esposas, la levanta de la silla y la lanza a la cama dispuesta para la ocasión, no tiene ningún tapujo en romperle la hermosa falda y la blusa que se había puesto para su cumpleaños, ni tampoco para manosearla, dejándola expuesta a él. 

-Eres tan hermosa, amor. Es momento que te de tu regalo. 

Toma sus manos y las amarra al respaldo de la cama, baja por su cuerpo dando pequeños mordiscos en su nivea piel, para disfrutar de su cuerpo y aunque la chica se resiste la agarra de las piernas y esposa cada una a un fierro dispuesto a los pies. 

Con su cuerpo expuesto ante ese ser inhumano, ella sabe lo que viene y llora, ruega y suplica. 

- ¡No por favor!, te lo suplico. No lo hagas.

-Sé que te haces la difícil para mí, amor. Ya se que es tu forma de mostrarme cuanto me amas y eso me excita tanto amor, mira cómo me tienes. 

El tipo se desnuda frente a ella y le deja ver su cuerpo bien trabajado y su miembro ya erecto, listo para la acción de este día.

«Señor, por favor, haz que pare» grita internamente cuando el tipo la penetra sin compasión, entrando una y otra vez en su cuerpo como si fuera una muñeca. Entra en ella y golpea su cuerpo con la delgada fusta, sacándole a la chica alaridos de dolor.

-Estás tan apretada como cuando lo hicimos la primera vez ¿Lo recuerdas amor? - la respiración entrecortada y los gemidos de ese hombre acallaban el llanto y el dolor que siente en todo su cuerpo, sus lágrimas escurren sin parar y solo siente dolor, uno tan intenso que siente que va a desfallecer, pero no le quita la vista de encima a su captor, quiere recordar cara parte de él, para cuando esté libre de su prisión sea la primera en denunciarlo y secarlo en la cárcel. 

«Tengo que resistir» 

De la nada, el tipo sale de su interior y la voltea, sus muñecas duelen y siente como si se hubiesen roto por la forma en que esa bestia la maneja. Ruega y nuevamente suplica, ahora el dolor se expande hacia sus otras extremidades y siente como si sus piernas se fueran a romper, la barra metálica que las soporta hace que ellas se abran más y el tipo vuelve a arremeter en contra de su cuerpo, mientras la mantiene en cuatro y palmotea sus nalgas. 

-¿Por qué tan callada, amor? Me gusta más cuando gritas por más - pero ella, en ese momento, se da cuenta que no puede sacar su voz, es como si se encontrara encerrada en su propio cuerpo-. Vamos, grita y disfruta como te hago el amor mi dulce ninfa. 

Pero no sucede nada, su voz no sale y su cuerpo no responde, lo que pone de mal humor al animal que la está vi0lando, sin parar, sin contemplación y sin ningún ápice de vergüenza. 

El animal que está encima de ella goza, gime y gruñe, mientras sigue con su tortura, hasta que de un momento a otro se detiene. 

-¡Maldición!- se levanta de la cama bufando molesto y ella piensa que todo ha terminado, pero cuan equivocada estaba, el maldito había ido a buscar algo para revivir a su miembro que se había bajado al no tener respuesta de ella. 

Toma una pastilla con un vaso de whisky para revivir y busca sus implementos. Mientras magrea su miembro y espera que haga efecto la mentada pastilla azul se acerca nuevamente y con su otra mano comienza a nalguearla y de la nada comienza a echarle un aceite y juguetear con su ano. 

-Sé que esto te gusta, amor tanto como a mí-le dice al oído y muerde su lóbulo, se posiciona sobre ella y vuelve a golpear sus nalgas-, así que sigamos disfrutando. 

Coloca el plug anal sin preocuparse que el cuerpo de la chica esté preparado para recibirlo y comienza a moverlo, lo que lo vuelve a excitar y sin contemplación la penetra. La vagina seca de la chica a penas y soporta los embistes, pero eso a esa bestia no le importa, nunca lo ha hecho con ninguna de sus muñecas, lo único que le interesa es su propio placer. 

Las estocadas se hacen más rápidas e intensas, mientras mueve el plug en el ano de la chica, luego acerca su sucia boca al hombro de la chica y la muerde. 

-Eres deliciosa, pero ahora quiero oírte, amor. Vamos gime mi nombre, dime cuánto te gusta lo que te estoy haciendo, Savannah. 

-¡No!-es lo único que sale de sus labios, cuando siente que esas manos se posan en su cuello y comienzan a apretarlo, mientras las estocadas son cada vez más fuerte y constantes. 

-No te resistas, amor. Vamos llega conmigo, hazme feliz. 

-!No!- vuelve a intentar sacar su voz para pedirle que no lo hicera, pero el aire casi ya no llega a sus pulmones y siente que su cuerpo no responde a las órdenes que ésta le da a su cerebro. Cuando el oxígeno ya no está llegando a su cerebro y siente que es su último aliento el maldito animal se vacía dentro de ella y grita emocionado. 

-Lo logramos, amor... ¿Amor? ¿Savannah? 

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