Él la abrazó contra el sillón y ella comenzó a abrir los ojos..Ambos tenían la respiración agitada, pero Brad agachó la cabeza y la besó. — Tú ...ni siquiera me gustas — murmuró ella. Aunque realmente, quién podría creer eso, Brad no definitivamente. —Mentirosa...ahora mismo podría tomarte de nuevo y me recibirás gustosa entre tus piernas, de hecho aún puedo sentir los latidos de tu entrepierna — le dijo él. Tenía la voz ronca por el deseo. Y sus ojos se habían oscurecido mientras la miraba fascinado por su sensualidad y belleza. Sus palabras calaron en la joven que se quedó impávida. Pues él tenía razón pero no imaginaba ser tan transparente con él, de hecho le resultaba un poco incómodo sentirse tan expuesta. — ¿No dirás nada más? — inquirió él con una sonrisa cargada de picardía y su tono de voz ronco, mientras alzaba una ceja. — Tienes un exceso de ego — susurró ella pero como si no la hubiera escuchado él frotó su pene contra los labios vaginales de la muchacha que empezó q senti