Estaban en el avión privado de su familia, rodeados de lujos...Ella siempre había odiado los lujos. Por eso a diferencia de sus primas no tenía redes sociales y siempre había cultivado un bajo perfil. Pero lo peor de todo no era eso, sino la cara de satisfacción de su primo Roberto que hacía que la sangre en sus venas ardiera...Ella nunca se había considerado una persona violenta sino más bien, todo lo contrario pero en ese momento quería levantarse y arrancar con sus uñas esa sonrisa del gato que se comió la crema de su cara. La joven cruzó los brazos con fuerza, apretando los labios mientras se inclinaba hacia adelante. Su primo Roberto estaba sentado al frente, con esa expresión de pura satisfacción que hacía hervir su sangre. El ambiente dentro del avión privado era sofocante, no por la falta de aire, sino por la tensión que llenaba cada rincón. Rodeados de lujos innecesarios, la opulencia parecía aplastarla, como si todo ese brillo y esplendor fuera un recordatorio de las cosas q