Mientras caminaban juntos hacia el muelle, tomados de la mano, Lula no podía evitar sentirse emocionada por el día que les esperaba. No mucho después, la joven sintió la brisa marina en su rostro mientras el barco navegaban hacia una bahía. Brad estaba a su lado, con una expresión relajada y una sonrisa que irradiaba satisfacción mientras tenía el timón. El viaje había sido tranquilo, el motor del barco ronroneaba suavemente mientras avanzaban sobre las aguas cristalinas. Cuando llegaron a la bahía, Brad redujo la velocidad y lanzó el ancla, asegurándose de que el barco quedara en su lugar. —Ven…Quiero mostrarte algo mi niña “bonita” —dijo Brad, con un brillo travieso en los ojos. Lula lo observó mientras comenzaba a desvestirse con una naturalidad desarmante. Primero, se quitó la camiseta, revelando su torso bronceado, luego los shorts, y finalmente, se deshizo del bañador. Su cuerpo quedó completamente desnudo ante ella, una visión que hizo que Lula sintiera un calor repentino recor