Capítulo 28. Carajo
Sasha estacionó el auto en el estacionamiento del lujoso edificio de apartamentos privados que Steven le había indicado en el acuerdo, igualmente le había texteado y ella le había respondido de manera escueta. El motor del vehículo se apagó, y por un momento, Sasha permaneció sentada en el asiento del conductor, sintiendo la tensión acumulada en sus hombros. Miró el reloj en el tablero, la hora avanzaba, y sabía que no podía demorarse más. Respiró hondo y salió del auto, cerrando la puerta con demasiada fuerza tal vez, estaba nerviosa a quién quería engañar, no a ella. Caminó hacia la entrada del edificio, sus tacones resonando en el suelo. Al llegar a la recepción, anunció su llegada y esperó taconeando mientras le daban acceso al edificio finalmente. Mientras subía en el elegante ascensor hacia el piso indicado, Sasha no podía evitar sentir un nudo en el estómago. Los recuerdos de su pasado con el padre de su hija amenazaban con inundarla, pero se obligó a mantener la calma. Recordó