Capítulo 11. SOS
Después de lo ocurrido en el club, o mejor dicho a la salida del club, Sasha estaba tensa al estacionar frente a su casa. Aparcó el vehículo y bajó con rapidez sin perder más tiempo pues solo quería llegar. Tras un día agotador de trabajo lo único que deseaba desde lo más profundo de su alma era darse una ducha y comer, sin embargo fue recibida por su hija Nat con lágrimas en los ojos en el rellano de la puerta que le dio un abrazo desesperado antes de que siquiera entrara en la casa. La niña sollozaba desesperada y, entre sollozos, logró decir: —¡Mamá, algo le pasa a tía Katya! No la puedo despertar…— se la oía asustada y eso puso en alerta a Sasha. El corazón de la joven mujer dio un vuelco inesperado y, sin esperar más, corrió hacia el interior. Encontró a su hermana Ekaterina desvanecida en el sofá. Sin dilaciones, Sasha agarró un dispositivo médico de un cajón en el mueble del living y sin perder más tiempo le tomó las pulsaciones. El ritmo cardíaco de Ekaterina era peligrosament