53. Horario de protección al menor
Los días siguientes llegaron con una vorágine de caos que confirmó los peores temores de Trish. Los medios ya estaban en pleno frenesí, y cada pequeño detalle de la vida de Sasha y Steven estaba siendo escudriñado y expuesto al público. Sasha se encontraba abrumada, tratando de manejar la situación mientras cuidaba de Nat. Mientras tanto, Steven estaba lidiando con las repercusiones en su carrera y su vida personal. La presión era abrumadora, y cada decisión parecía llevarlos más cerca del abismo. Fue en el hospital, dónde Sasha se sentó junto a la cama de Ekaterina, quien la miraba con ojos inquisitivos y desconfiados y le dijo: — ¿Cómo puedes estar segura de que esto es lo correcto, Sasha? —preguntó Ekaterina, su voz cargada de preocupación y escepticismo—. ¿Cómo sabes que mudarte con Steven es realmente lo mejor para Nat? Sasha suspiró, sintiendo la tensión en el aire mientras trataba de encontrar las palabras adecuadas. — Lo sé, Kat. Sé que esto es difícil de entender, pero Steven