36. AMBOS
No fue de un día para el otro.
Niko le pidió cortejarla y hasta le solicitó permiso a su padre para salir con ella, casi pidió su mano.
Una noche habían salido, a Sasha le faltaban pocos días para el alta. Los médicos querían que se cumplieran cuatro meses en Neonatología. Ya habían ido a comer un par de veces, pero ese día él la llevó a su casa alquilada de Orange County. Tenía una cena con velas preparada. Había contratado un servicio especial para ellos.
—La comida estuvo increíble —dijo ella, con una auténtica sonrisa de satisfacción al terminar.
—Ven, quiero mostrarte algo —le dijo Niko y la llevó de la mano.
Subieron por una escalera hasta una pequeña terraza escondida, donde había un telescopio, y él le mostró las estrellas.
—Mira por aquí —le dijo y la instó a mirar por el artefacto mientras le mencionaba las constelaciones.
Era hermoso. Las estrellas se veían tan cercanas, que parecía que podían tocarse.
—Esto es muy hermoso —susurró ella y luego alejó de allí su ojo.
Él la m