35. DERROTADA
Niko se quedó tan impactado de verla que apenas reaccionó para bajar del elevador antes de que se cerraran las puertas.
Por su parte, Kayla sintió que el corazón iba a salírsele por la boca.
—Tú, ¿qué haces aquí? —llegó a articular, aunque después de preguntar se sintió demasiado estúpida. Era obvio que no era una visita social, él iba a ver a su hijo, así como ella lo hizo.
Niko se aflojó el nudo de la corbata. De repente sudaba como testigo falso.
—Este mmm, vine a ver a Sasha —dijo con una voz que no sonó como la de él.
Ella se cruzó de brazos y alzó una de sus cejas.
—Me alegra verte mejor, por cierto —agregó él.
—No gracias a ti —le respondió ella, ácida.
Él agachó los hombros, derrotado y suspiró.
—Lo sé y lo siento, ojalá algún día puedas perdonarme, por todo, Kayla. Sé que no me crees, pero yo no quise lastimarte.
—Supongo que ya es tarde para eso —respondió al fingir que no le importaba.
—Claro, sí, entiendo... —murmuró él.
—No sabía que venías a ver al bebé —dijo ella al pas