13. JUGUETE
Él había llevado su lubricante y un juguete. La hizo abrirse de piernas y comenzó a juguetear con su vagina deleitándose con cada orgasmo de la joven.
Cuando se cansó de juguetear con ella, se arrodilló con cada pierna al costado de su cabeza y hundió su miembro. Sus bolas golpeaban en su barbilla mientras se la cogía con sumo placer por la boca. Con un gruñido de satisfacción le dejó toda la leche adentro de la humedad de sus labios.
Kayla aún temblaba, pues el aparato le había dado varios orgasmos. No protestó cuando él la puso boca abajo.
Le encajó el vibrador en su vagina y empezó a lamerla en todo el orificio anal, mientras metía sus dedos, con los que hurgaba con ansiedad.
La estimuló hasta que le metió la verga en el culo y la sensación de la doble penetración fue algo impresionante para ella, nunca había sentido algo parecido en su vida.
—Por Dios, cómo me encanta tu pequeño y precioso culo, es tan ajustado. Me encanta enterrarte mi pene enorme y ver cómo tus cachetes pequeños