POV Carlos
El vestíbulo del hotel era amplio, fresco, con ese lujo silencioso que no necesita ostentación para imponerse. Mármol claro, arcos suaves, una fuente interior que murmuraba como si quisiera imponer calma. Pero no había nada en mí que se pareciera siquiera a la calma.
Sentía el cuerpo tenso desde que habíamos bajado del avión.
No era cansancio.
Era irritación.
Era esa sensación incómoda de haber perdido el control del tablero sin saber exactamente cuándo ocurrió.
Además ese recuerdo de Elena en la cama, me tenía muy inquieto, lleno de dudas y con nada de respuestas, y por qué no, sin posibilidad de obtenerlas.
Elena caminaba unos pasos delante de mí, junto a Matthias. No se tocaban, no había gestos evidentes, pero había algo peor: comodidad. Una naturalidad que me crispaba los nervios. Parecían muy cercanos, nadie diría que lo conoció después que a mí.
Isabella iba a mi lado. Demasiado cerca. Demasiado pendiente.
—Carlos —dijo en voz baja—, ¿estás bien?
Asentí sin m