Capitulo 37

Eliza

Levantarse y vivir era una mierda. Dolía.

Dolía con cada respiración, con cada minuto en que abría los ojos y recordaba que él no estaba.

Después de mi fallido intento por hablar con el señor Müller, porque me negaba a llamarlo por su nombre; no se lo merecía, había entrado en una espiral de autocompasión y tristeza que bordeaba lo patético. Y lo peor era que lo sabía. Por primera vez en mi vida, me odiaba por rendirme de esta forma.

Pero no tenía voluntad para hacer otra cosa.

No, no iba a morir de amor. No era tan dramática, al menos no oficialmente.

Pero, ¿cómo se supone que una se levanta con una sonrisa y esperanza cuando el hombre que ama la echa de su vida sin una maldita contemplación? ¿Cuando prefiere creerle a una mujer que, él lo sabe, porque no es estúpido, solo está con él por interés y jamás lo amó?

Aplaudo de pie a quien pueda fingir fuerza, pero esa no era yo.

Yo lloraba.

Lloraba y me lamentaba por cada decisión, por mi mal gusto, por mi eterno optimismo romántic
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App