Nunca vamos a estar juntos.
No pensé que salir con el sería así. No quise imaginar los escenarios en los que estaríamos, pero si me pasaba por la cabeza que me llevaría a un antro, a una fiesta de amigos, o alguno lugar lleno de gente. Jamás imaginé que estaríamos en el restaurante más lujoso de la ciudad comiendo, bebiendo y hablando tonterías. Lo que escuché de el era verdad, es un chico divertido. Hablar con él fue sencillo, no pregunto de mi familia, status o metas. Eso fue lo que más ame de la cita. No recibir preguntas que me incómoda responder.
— ¿Te gusto? U
— Fue divertido.
— ¿Podemos salir de nuevo?
— Eso depende de ti.
- Sabes que amaría tener otra cita contigo.
— Salí contigo porque necesitaba engañar a unas personas.
Mentí sobre tener una relación con un hombre, luego llegaste a pedir la cita, me cayó cómo anillo al dedo. — Confesé. —
¿Todavía quieres salir conmigo?
— ¿Me utilizaste? — Vi molestia en su semblante. Seguro ya no querrá saber más de mi. — Vaya, eso es nuevo. No dejas de sorprenderme. -