... Desayuné sin prestarle atención, suelo hacer eso siempre.
Quizás por fracciones de segundos volteo a verlo, es difícil no ver a un hombre atractivo, sin embargo es problema de mis ojos. A todos los ojos les gusta ver cosas bonitas. Mis ojos no son diferentes al resto, mi mente no ha sabido controlarlos
muy bien.
Byron llegó al comedor. Nos saludo y se sentó a mi lado.
Unos segundos después llegó su abuela.
— Hola bruja. — El jugo en mi boca salió volando. Luke se limpio el rostro con desagradó. Yo estaba conteniendo la risa, ame la forma en que Byron saludo a su abuela, ella por otro lado, no me vio con buenos ojos, ella sabe que yo fui la que le puso el apodo, ¿quién más se atrevería?
— Hijo no llamé así a tu abuela.
— Mamá la llama así. — Los ojos de ambos me vieron con desaprobación. ¿Me importó? Claro que no, hacerlos enojar se ha vuelto mi pasatiempo favorito. — Dice que es de cariño.
¿Puedo decirte bruja también? — La señora me mato con la mirada, yo no pude contenerme más y