Cuando atravesé finalmente el portal al otro lado Noah seguía gritando, mi padre trataba de tranquilizarlo en la sala. Al verme pareciera como si la ira se le hubiera duplicado.
-¡¿Por qué?!, ¿Por qué lo dejaste ir? - exigió saber- no soy un genio, pero se que eres poderosa, ¿no pudiste haberlo interrogado?Obligarlo a hablar si era necesario.
Apreté los dientes, Noah se había tirado hacia mi y me miraba desde arriba, él en su metro noventa y fracción sin duda me habría aterrorizado de haber sido una mortal, estaba iracundo, casi podía palpar su rabia e incomprensión.
-No puedo hacer eso. - dije tajante y él me miró como si me hubiera salido una segunda cabeza, me sujetó con fuerza de mis brazos. Issac y Merly se movieron hacia mí, con una sola mirada se