Retroceder para poder procesar la información le ha permitido tener ventaja y meterse en mi
apartamento y sentarse en mi pequeña mesa blanca con sus cuatro asientos mientrasespera a que yo regrese de mi estado de trance pensativo sin volverme loca.Cierro la puerta en silencio.Tengo a una desconocida adentro que no logro recordar.Miro su rostro juvenil con pinta de ser inocente. No sé si hay maldad en su ser como paravenir a atormentarme con tantas personas en el mundo para joderles la vida.«Infancia, adolescencia, adultez».«Infancia, adolescencia, adultez».Cada vez que intento ahondar en mi pasado, me agarra un horrible dolor de cabeza, deesos dolores punzantes que deseas que desaparezcan o te arruinarán el día.Sacudo la cabeza.Eso me ha pasado hace ya tiempo.Creo que intento unir cabos sueltos en mi mente a partir de ahora.Me siento una estúpida por intentarlo en este preciso momento.—¿Cómo que tú…? ¿Tú eres hija de Beatriz